19-Marzo-2005

Una vez más, y justo antes de la primavera, volvemos a salir a la montaña para aprovechar la nieve y el aire puro. El elegido esta vez es el Montardo, un 2800 que subiremos en dos días con raquetas y crampones.

Como siempre, salimos desde Barcelona / Terrassa con dos coches y 6 excursionistas sobre las 7:15 de la mañana, cogiendo la A2 con dirección a Lérida y desviándonos justo antes con dirección a Vielha (Salida 461), desde la que iremos a Artiés, que está al lado. Aquí en Artiés encontrar el camino a seguir es fácil, ya que hay varios carteles que te guían a través del pueblo en dirección al Montardo / Restanca por una carretera a través de la cual avanzaremos hasta el parking o hasta donde nos permita llegar la nieve de la carretera.

Una vez bajados el coche, solo queda coger el equipo y comenzar a caminar. En nuestro caso, tuvimos que dejar el coche antes del parking y caminar hasta él (20 minutos), en donde comimos tranquilamente a eso de las 12:45 hasta las 13:15.

La subida al refugio es de unas 4 horas aproximadamente, y de unos 500 metros de desnivel. Comenzamos a caminar por la pista tras atravesar el puente del parking, ya con las raquetas puestas porque ya no abandonaremos la nieve hasta que volvamos al coche al día siguiente. El camino se hace largo, con una cuesta no muy pronunciada, pero intentamos hacerlo más ameno hablando por el camino hasta llegar a un desvío, justo después de pasar una casa medio enterrada en la nieve. Aquí paramos a comer y beber algo ya que son las 14:30; hemos hecho la mitad del trayecto en 1 hora y poco.

Otra gente que sube nos comenta que ahora viene la subida más dura, a través del bosque hasta la presa y el refugio. Así que nos ponemos en marcha y comenzamos a subir, ahora si, en zig-zag a través de los árboles con raquetas, nieve y todo el equipo a la espalda. El camino está bien marcado por toda la gente que ya ha subido antes.

Poco a poco, vamos viendo como alcanzamos el final del ascenso y se va despejando de árboles la senda hasta ver, al fondo, primero el refugio y después la presa, sobre las 16:00 de la tarde. Caminamos por la derecha y atravesamos la presa, que hace de camino para llegar al refugio de la Restanca; lo hemos hecho en algo menos de 4 horas.

El resto de la tarde lo pasamos disfrutando del día, que nos ha hecho perfecto y sin ninguna nube. Unas cuantas fotos, un rato en el refugio hablando y tomando unas cervezas (2,5 euros, pelín caro) para hacer tiempo antes de la cena, que como ya se sabe, son tres platos más postre, una cena “ligerita” para irse a la cama.

20-Marzo-2005

Nos levantamos a eso de las 6:15, con sueño por lo poco que hemos dormido entre calor y ronquidos, y nos vamos a almorzar (el desayuno se sirve a las 6:30). Unas cuantas tostadas, mermelada, café, zumo, etc. Un desayuno consistente para comenzar a subir con fuerzas.

Del refugio salimos sólo 4 de los 6 que subimos, Gemma y Maricel prefieren quedarse en el refugio y hacer una ruta más corta y tranquila; nos quedan 800 metros de desnivel para el pico.

Salimos esta vez armados con los crampones (salvo Joan Jordi con raquetas), ya que la nieve está congelada a estas horas de la mañana; son las 7:30. Hay que ir por la ladera de la montaña y girar a la izquierda, subiendo por la ladera de la montaña hasta llegar al primer valle. Joan Jordi hace un ataque directo mientras que el resto preferimos hacer un gran zig-zag primero a la derecha y luego a la izquierda para evitar la subida pronunciada. Con más o menos esfuerzo, terminamos llegando todos al inicio del primer valle. Son las 8:20

Aunque no lo parezca, todo el rato hemos estado siguiendo el GR-11, tapado por la nieve, y tenemos que atravesar todo el valle en recto y subir por la parte del final hasta arriba para alcanzar la segunda planicie (inmensa) con el lago helado. Cuando lleguemos a la planicie lo sabremos porque está el cartel de zona periférica de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.

Antes de llegar a la segunda planicie paramos a almorzar y descansar un rato. Yo me adelanto y subo unos 70 metros por encima para ver lo que nos espera, justo en el momento en el que pasa un helicóptero a la altura perfecta para echarle una foto. 9:30 de la mañana.

Una vez en la planicie, y mirando el mapa, hay que girar a la izquierda y subir en dirección a la cresta, desde la que ya veremos el pico (la dirección a tomar es justo la contraria a la dirección en donde se encuentra el lago). Tras un rato subiendo, Lluís, Anabel y Joan por un lado y yo por otro, ya que estaba bastantes metros por encima de ellos, nos volvemos a juntar en la cresta. (10:40)

Ya podemos ver el poco camino que nos queda y los dos picos, el pequeño Montardo y el Montardo con una cima superpoblada; mucho esquiador de montaña y algún que otro con Snowboard, que pena que aquí no haya tele-arrastre. Nos queda el tramo final, una subidita por nieve bastante inclinada, pero con una vía bien marcada por toda la gente que ha subido antes. Es como subir por unas escaleras.

Al final, el pico, a las 11:15 de la mañana. Hace un día perfecto, con alguna nube en el horizonte, pero con una visibilidad envidiable. Se puede ver el Aneto y todos los picos de los alrededores. Por supuesto, nos echamos la foto de rigor.

Descansamos un rato y disfrutamos del paisaje, el sol (en manga corta ya que no hace nada de viento) y un digno almuerzo.

Para darle más interés a la cosa, decidimos bajar por el lado izquierdo, cuando habíamos subido por el derecho, pero a estas horas de la mañana el sol ya ha hecho de las suyas y la nieve está blanda, más de uno nos hundimos hasta la cintura en la bajada de nuevo hasta la cresta entre el pequeño Montardo y el Montardo. Da igual llevar raquetas que crampones. Con las raquetas te hundes menos, pero resbalas más, y las pendientes son inclinadas.

A partir de aquí, la bajada al refugio es deshacer el camino hecho en la subida y salvo alguna anécdota como resbalar y bajar de culo (literalmente) 50 metros de desnivel por la nieve disfrutando como unos críos (nos faltó el trineo), cubrimos el camino en unas 2 horas y media.

En el refugio nos volvimos a juntar los 6, comimos y nos pusimos en marcha en dirección a los coches a eso de las 15, tardando unas 3 horas en llegar. A partir de ahí, para casita, no sin antes parar a cenar de camino y comentar el fantástico fin de semana que nos había salido.

No es una excursión dificil, se hace en dos días y es muy entretenida.

by Javi