Introducción

Esta excursión tiene la dificultad de que es bastante larga y es fácil perderse en algunos tramos lo cual, me ha permitido hacer un buen ejercicio y poner a prueba toda mi habilidad en el uso del mapa y el gps. ¿Por qué no publico la ruta o el track? Pues porque haría un flaco favor a los que quieren aprender a usarlo bien. Aquí tienes el mapa con la ruta dibujada, lo demás hay que trabajarlo como hice yo. El estrés que se padece al no saber si vas por el buen camino durante horas (sobretodo si el camino es de clase PM) y el subidón que da llegar a un punto donde estás seguro de que sí, no tiene precio. Después de esta excursión sé que el día que Rocs&Pics me abandone a mi suerte, podré sobrevivir sólo.

Antecedentes

Tras el intento fallido de la semana anterior de bajar desde la zona norte del Montcau hasta la Font del Llor decido intentar la misma ruta pero bajando por un camino que conozco bien. El no haber encontrado el camino exacto, haber terminado encerrado en una cañada comiendo pinchos sin saber por dónde salir durante media hora y los comentarios de una persona a quien he preguntado por el camino, me hacen replantearme esa parte de la excursión.

Aunque esto me ocurrió la semana anterior, voy a explicar lo que me dijo un excursionista porque me parece anecdótico. Llego a una bifurcación y decido probar a subir. Al cabo de 10 minutos tengo claro que no es la dirección correcta, vuelvo atrás y tomo el otro camino que baja. Allí me encuentro a un grupo de gente mayor que sigue mi misma dirección y les pregunto que si van hacia la Font del Llor. Me responde un señor que parece ser el que va guiando a los demás que no, que es por el otro lado. Me doy la vuelta para ir al otro lado pero después de consultar mi mapa enseguida me doy cuenta que el otro camino si va a la font del Llor pero por la ruta que no quiero seguir porque es el típico. Yo estoy buscando otro, así que continuo bajando hasta volver a alcanzar el grupo. Le digo al hombre que creo que es por allí y le enseño mi mapa con la ruta marcada. La mira y me dice que si que por allí también es posible. Se queda mirando la ruta y dice “¿y adonde vas?” Le explico que bajo hasta la font del Llor subo por Santa Agnés y vuelvo por el “camino grande”. Otro hombre se acerca, mira el mapa y pregunta que por qué bajo tanto para luego volver a subir, a la que el otro le contesta que esa ruta es una burrada y que es demasiado duro y además ¡Voy demasiado tarde! ¡Me he pegado un madrugón, me ha costado 2 horas llegar hasta allí por caminos que solo el hombre de las cavernas recuerda y dice que voy tarde! Por un momento me hacen dudar.

Recuerdo haber subido por Santa Agnés hace bastantes años y sí que es duro, pero no creo que para tanto. Horas después, saliendo de una canal donde me he perdido buscando una ruta de bajada y donde me clavo todas las espinas de la flora local, decido abandonar y siguiendo el camino del hombre que quiso asustarme, doy la vuelta al Montcau y me pongo en el Coll d'eres en escasa media hora.

Algunas semanas después haría un intento específico para volver a encontrar el dichoso camino con éxito. Un camino empinado y resbaladizo de la clase PM (Pabernos Matao) que tras unos enormes bloques de roca que había que sortear (y que tenían pinta de dar a un precipicio) seguía durante unos mil metros hasta morir en un camino mucho más cómodo) Pero eso, es otra historia ...

La aventura

Así que aquí estoy, esta semana voy a bajar por la Canal del Llor que conozco bien (Evito los puntos del 1 al 12 que traté de recorrer la semana pasada llegando hasta el 8). Dejo el coche en el parking de autocares (FIN) y cojo un camino que sale de la carretera, un poco más abajo del parking (41) para evitar la manida pista de asfalto que va desde el puesto de los guardas hasta el Coll d'Eres. El camino es muy bonito y solitario, cruza un arrollo seco y sigue su cauce hasta que ha ganado altura y luego serpentea por un bosque hasta enlazar con el camino ancho que va desde el Montcau a La Mola (37). Desde allí a la izquierda al Coll d’Eres y luego a la derecha directos abajo por la canal del Llor, donde trabo amistad con algunos representantes de la fauna. En este camino tomo conciencia del desnivel que tiene viendo a qué velocidad se acerca el valle mientras avanzo. Al bajar evito coger el GR que nos desvía a la izquierda y sigo directo por la cañada. Las marcas del GR vuelven a aparecer cuando estoy llegando a la fuente.

Una corta paradita en la fuente (cerca de 15) y adelante, que queda la mayor parte del camino. Paso por delante del espectacular Marquet de las Rocas y sigo por la pista que va en dirección contraria al mismo. El punto 18 está muy claro: Un camino forestal que abandona la pista en dirección lleva hacia el bosque donde termina (21) estrechándose y ganando cierto desnivel. El camino forestal convertido en sendero me acompaña hasta el coll Gavatx, donde termina juntándose con otro camino forestal ancho. Allí se puede observar la máquina del tren y los impresionantes paredones y el desnivel que tenemos en frente. En el punto 24 me da por pensar que el camino bueno es uno estrecho que sube y tomo el camino erróneo. Termino bordeando la Morella por un sendero cada vez más estrecho que termina perdiéndose en una cañada donde vuelvo a clavarme las espinas de 24 especies distintas desgarrandome ropa y carne sin misericordia. Al principio parece claro que el camino sigue por ahí pero finalmente deduzco que si eso es cierto, está demasiado sucio y cerrado para seguirlo sin la ayuda del machete del bwana blanco. Nunca lo sabré porque decido dar la vuelta y colocarme otra vez en el punto 24. Quizás iría más con el espíritu Rocs&Pics solicitar un ataque aereo de napalm para limpiar la zona pero a mí me educaron para respetar la naturaleza.

He perdido mucho tiempo y empiezo a perder la moral. Si me doy la vuelta puedo volver a subir la canal del Llor con la dosis de agotamiento que estaba buscando. La única posibilidad es el camino forestal con rodadas que parece ir en la dirección correcta. El camino pierde bastante altura, y es muy ancho para mi gusto pero como no puedo perderme decido seguirlo a ver que pasa.

Casi tengo decidido dar la vuelta pero antes pruebo a ver que hay después del punto 25. Mirando con detalle el mapa original (la copia que llevo en la mano está cortada) me doy cuenta de que en el 25 es una masia (El Davi) y que por lo tanto es lógico que el camino sea tan ancho. Además las curvas de nivel del mapa avalan el hecho de que tenga cierta pendiente. Me animo y sigo. Pienso que si consigo llegar al punto 30 lo tendré hecho. Entre el 19 y el 30 las posibilidades de perderse son grandes por la cantidad de bifurcaciones, ya he superado unas cuantas pero lo peor aún no ha llegado.

Llego al Davi (25) y veo una enorme massia habitada, un perro con malas pulgas me corta el rollo y decido, contra la opinión del gps, que el zigzag del punto 26 está unos cuantos metros antes. Sale un camino ancho que hace el zigzag de la misma forma pero que unos cien metros más adelante se termina en un campo sembrado. Suerte que és corto. Vuelvo atrás: El perro o rendirme y dar la vuelta. Decido confiar en el gps ya que según me dice debo dejar el perro a la izquierda y no he de pasar por delante de él. Si vas en grupo es mejor guardar silencio en esta parte, porque resulta que el perro no está solo y tanto él como sus colegas tienen muy mala leche. Me acerco y cuando estoy a punto de tener que entrar en el terreno de la casa y del perro, descubro un camino casi borrado que hace el zigzag buscado. Lo sigo y pronto me alejo de la casa con la seguridad de que sigo el camino bueno. A pesar de las bifurcaciones numerosas me coloco en el punto 30 sin mayor problema que el agotamiento que produce mantener la concentración para interpretar constantemente el mapa, haber marcado cada bifurcación con un punto me ha sido muy útil. En las películas parece más fácil, echan un vistazo y dicen: “Por allí.”

El camino es muy ancho y poco inclinado durante bastante rato, llegado hasta aquí ya estoy seguro de que no voy a dar la vuelta. Llegando al 33 la cosa cambia de golpe y se que he llegado a la subida a Santa Agnés. Es como la recordaba: dura pero sin exageraciones. Curvas y más curvas adaptan el camino a la fuerte pendiente. Llevo ya muchas horas de marcha y estoy cansado, subo con mucho esfuerzo pero de un tirón. Hago una corta parada para visitar el bonito santuario de Santa Agnés y sigo subiendo el ultimo tramo que aunque es el más duro, lo hago con mucho ánimo porque se que llego al final. El final es la espectacular Cova del Drac, mientras me acerco me da el subidón.

Prueba conseguida subidón, subidóoon!!

Cuando digo “el final” en realidad me queda más de una hora y media para llegar al coche pero ya es por camino que conozco bien. Voy hecho un cromo, lleno de cortes y arañazos, con la cara hecha un poema por el cansancio y con unas piernas que ya han dicho “no a la coordinación”; pero lo he conseguido. Mientras camino, pienso en los momentos en que quería dar la vuelta y sigo saboreando el subidón. Me cruzo con todo el ambiente familiar que sube a la Mola a comer butifarras que me mira raro. No saben que a un paso de aquí ... Está el infierno!!

Llego al punto 37 y de ahí bajo por el mismo camino por donde subí. La bifurcación se distingue fácilmente por los bloques de piedra que hay al lado. 8 horas, 2 litros de agua, 6 barritas de cereales y un paquete de palitos de pan. He echado de menos las naranjas que no quise coger para ahorrar peso.

by GpsMan