Logo cabecera
 
 
 
Usuario Usuario Anónimo

Acceso rápido
Nick
Contraseña
  Acceder  

Acceso clásico
No recuerdo mi contraseña
Recomendado Registrarme. Nuevo usuario
Búsquedas

Buscar una excursión

Búsqueda avanzada

Valid HTML 4.01 Transitional

CSS Válido!

Gra de Fajol Gran (2714 m)
Ficha
Imagen portada de la excursión
Fecha 27 de Agosto de 2005
Tipo de excursión Alta Montaña
Dificultad SD
Conseguida Conseguido Sí
Excursión visitada 1281 veces ( 1 esta semana )

Crónica

Como le he dicho miles de veces a Darío, no tiene perdón que haya tardado tanto en escribir esta crónica, pues ya ha pasado nada más ni nada menos que casi un año y medio desde que hicimos esta excursión, por lo que ruego que me disculpéis: más vale tarde que nunca, ¿no? ¿Pe... pe... pero... pero.. porque... porque ponéis esas caras?

Un 27 de agosto de 2005, sí habéis leído bien, de 2005, no es un error tipográfico, han pasado un par de otoños, pues eso, tal día nos decidimos a hacer un par de picos facilillos para ir poniendo en forma las piernas después del verano. Para llegar al lugar de comienzo de la excursión, cogemos la A-7, salimos por la Salida 14 (Parets), muy cerquita de Montmeló, seguimos por la C-17 dirección Ripoll, una vez en dicho pueblo, en la segunda rotonda que vemos, seguimos dirección Camprodon, una vez llegados al pueblo de Setcases, cogeremos la carretera que lleva a Vallter 2000 y subiremos hasta casi la misma estación de esquí.

Nuestro objetivo: Los gra de Fajol Gran y Petit. De hecho, desde el punto de comienzo, a nuestra izquierda, ya se podía divisar el macizo que albergaba dichos picos. Procedimos caminando desde dicho punto, perfectamente señalizado al margen izquierdo de la carretera, por un agradable caminillo bordeando el río Ter, casi en su nacimiento, por su costado derecho. Unos diez minutos para adelante, cambiábamos de flanco cruzando un precioso puente hecho de troncos de madera, desde el que se podía contemplar un paisaje casi bucólico formado por el río, cristalino, transcurriendo por entre un estrecho y precioso valle, y el cielo tapado por una intensa neblina...

Tras unos minutos de subida, ya podíamos divisar el Refugio de Ulldeter, el cual quedaba enmarcado en lugar de privilegio por encima del río y abrigado por las montañas. No habrían pasado más de 20 o 25 minutos desde el inicio de la ascensión, una vez dejado el refugio a nuestras espaldas, cuando el grueso del grupo integrado por Darío, Joan, Inma, Sergio, Anabel, Jaume, Alicia y Alberto (el que escribe estas líneas) tuvo sus primeros momentos de indecisión, ya que el día se había puesto bastante feo. Efectivamente, hacía bastante viento y en aquel momento se puso a llover. Nuestro objetivo más inminente era entonces el Coll de la Marrana, pero algunos creíamos que no valía la pena continuar en tales condiciones adversas de climatología. Por suerte, los más reacios a proseguir nos dejamos convencer y seguimos adelante por una pista forestal bastante ancha, mientras que un reguero de gente que iba por delante nuestro había dado vuelta atrás, y al cruzarse con nosotros no podían ocultar su cara de circunstancia. En breve, la pista se fue diluyendo y nos vimos caminando sobre un magnífico manto verde. A nuestra izquierda ya se divisaban los Gra de Fajol, mientras que a la derecha aparecía el Bastiments con su cima redondeada, más al fondo el Pic de l’Infern y en el otro sentido el Pic de la Dona, entre otros muchos picos de mayor o menor importancia. Al frente, el Coll de la Marrana a unos pocos metros de desnivel más arriba. Nuestra progresión se hacía cada vez más y más penosa debido a la gran fuerza del viento que a veces parecía que podía tirarnos al suelo. Las gotas de agua no hacían más que entorpecer aún más, si cabía, nuestra ascensión.

Unos 45 minutos más tarde desde el refugio, ya estábamos en el Coll de la Marrana. El viento era implacable y ensordecedor el ruido que éste producía en las capuchas de nuestros cortavientos. Estábamos ya prácticamente en la antecima y el frío y el viento no nos lo iba a poner fácil. Al partir del cuello el camino ganaba pendiente vivamente así que, erguidos y con cierta tendencia del cuerpo hacía delante para vencer la furia del viento, hicimos el último esfuerzo hacia el Gra de Fajol Gran. El camino era una estrecha traza de arena entre un montón de piedras desmenuzadas y algunas rocas de mayor tamaño.

En 20 minutos ya estábamos todos en la cima del Gra de Fajol Gran, a 2.708m de altura, donde las nubes nos permitían una vista parcial de los picos de la zona. En ese punto, Inma y Alicia, bien resguardadas por sus capuchas, decidieron que ya habían realizado bastante esfuerzo ese día y dieron vuelta atrás para volver al refugio. El resto del grupo continuamos por una cresta fácil con destino al Gra de Fajol Petit. Lo fácil no quitaba que fuera un momento de cierta adrenalina y vértigo, donde la niebla hacía otro tanto, pero ¿qué sería la montaña sin esos instantes de altas pulsaciones? Sin embargo, a Joan la niebla no parecía preocuparle en exceso, ni a Anabel, que iba a lo suyo. Recuerdo la capelina de Sergio como ondeaba al viento parecía que en cualquier momento iba a salir despedido: "¡Sergio no te vayas todavía, que aún no hemos cumplido el objetivo!", pensé.

Habrían transcurrido unos 20 minutos más cuando llegamos a la cima del Gra de Fajol Petit, ¡al grande se lo había engullido la niebla!. Allí nos reagrupamos y momentos más tarde ya estábamos pensando cual sería el punto de retorno para evitar tener que deshacer todo el camino para regresar al refugio. Así que retrodecimos nuestros pasos hasta justo antes de la cresta que unía ambos picos, hasta donde había un cortado a nuestra derecha que parecía llevarnos de regreso trazando una línea recta casi perfecta. La verdad es que a primeras me parecía complicado bajar por aquella canal tan escarpada sin dar al traste con mis huesos al final del pedregal, pero cuando vi que mis compañeros empezaron a bajar, no sin cautela, procedí a hacer lo mismo sin rechistar, mientras pensaba en porque no habría acompañado a Inma y Alicia en su camino de vuelta al refugio, al menos así me hubiera ahorrado ese mal trago...

Con más pena que gloria fuimos bajando entre resbalones, caídas y risas. Más de uno se dejó parte del cóxis por aquellos lares. Yo os puedo decir de primera mano que, mientras bajaba por aquella tartera con mil demonios de piedras inestables bajo mis pies, maldije centenares de veces el porqué nuestra descendencia tenía que estar tan ligada con el mono y que ya nos podía haber dejado otro legado que no fuese el dichoso "rabito", a modo de condecoración, al final de nuestra columna vertebral. ¡Diantres! ¡Rayos y centellas!

En fin, varias caídas sin consecuencias más tarde, estábamos abajo de la tartera. Sergio parecía no haberse inmutado, había llegado el primero y parecía que lo de los resbalones no iban con él. Por supuesto revisé los tacos de sus suelas para comprobar que eran los reglamentarios... Los demás, mientras se iban compactando, iban comentaban entre gesticulaciones sus más y sus menos con las dichosas piedrecitas.

Al poco ya andábamos todos alegres hacia el refugio que alcanzaríamos a unos 30 minutos desde el inicio del descenso. En su interior encontramos a Alicia y a Inma charlando tranquilamente, tras haber tomado café, ¡que ya lo hubiese querido yo en la cima!. Ellas, sonrientes y sonrojadas por el calor del refugio, se alegraron de vernos y se mostraron ávidas de saber lo que nos había acontecido. La alegría por las cimas conseguidas, a pesar del mal tiempo, era palpable: por aquella vez, habíamos ganado la batalla contra el viento.

Nada más. El camino de regreso por entre el bosque y el río, atravesando una densa niebla, ya no iba a deparar más contratiempos. Muy al contrario: a todos nos invadió una sensación de bienestar al respirar aire puro por ese idílico paraje, como si estuviéramos viviendo un sueño mágico de hadas y duendes, del que despertaríamos pocos minutos después, al llegar donde habíamos dejado los coches, al lado de la carretera.

Gracias por vuestra paciencia para poder ver terminada esta crónica, espero que la espera haya merecido la pena.

by Freelander

Participantes

Picos

Otros


VOLVERVOLVER

(C) Rocs&Pics 2024 - Aviso Legal - Mapa Web

Todas las fotos de las crónicas están disponibles en resolución fotográfica bajo demanda expresa al grupo.

Para cualquier consulta escribir a: webmaster@rocsandpics.net

Colabora con nosotros