La semana había sido
mala, meteorológicamente hablando, la cota de nieve había bajado hasta el
nivel del mar, y todas las montañas de los alrededores de Barcelona tenían
nieve en sus partes altas, sólo había que decidir a cuál ir. En principio, se
dijo al Montseny, pero tras hablarlo entre todos, finalmente, se decidió ir a
la Mola, una excursión fácil, sencilla y que no requiere levantarse nada
temprano.
Desde Terrassa nos
dirigimos hacia Matadepera, allí, siguiendo las indicaciones, llegamos hasta el
aparcamiento desde donde comienza la ruta que pasa por el Cavall Bernat (RUTA
--> Llegada: Matadepera).
Aparcamos el coche,
cogemos las pocas cosas a subir (agua, palos de trekking y algo de comida) y
comenzamos la aventura, el itinerario está inicialmente marcado
con flechas verdes.
El
camino comienza con fuerte pendiente hasta que a los 20 minutos se llega a
lo que se denomina el
Cavall Bernat, un monolito con una forma muy
peculiar. Desde aquí
seguimos por un camino que llanea durante unos 15 minutos más.
Tras estos minutos de
calma vuelve, de nuevo, la
tempestad en forma de rampas. No hay pérdida y el camino es muy visible. Al
cabo de un rato de subida, desembocamos
en un camino mucho más señalado que el anterior. La
nieve comienza a hacer acto de presencia, aunque en pocas cantidades.
El camino de subida no
tiene ninguna dificultad, y carece de puntos conflictivos en los que poder
perderse, pero tendremos que estar atentos a los
indicadores que encontramos a lo largo del trayecto. El único peligro que
encontramos en el camino, fueron los
multitudinarios charcos a lo largo del camino, que el frío nocturno había
helado, y había que ir con cuidado de no resbalar, había algún trozo que
la caída podía ser fuerte.
Desde este punto
teníamos una perspectiva extraordinaria, podíamos contemplar Montserrat,
la Serra de l'Obac y
nuestra cima, la Mola.
Ya quedaba muy poco camino, tan sólo la subida final, quizás sea la parte más
bonita, sobre todo con nieve, ya que va por unos
parajes cubiertos bastante llamativos.
A la vez que vamos
subiendo, vamos
jugueteando con la nieve, que a medida que subimos, cada vez es más.
Podemos observar también el
espectacular Montseny.
Enseguida, nos
encontramos en la parte final, bastante concurrida por cierto, tiempo total
de subida, 1 hora y cuarto, aunque se puede hacer muy bien en unos 45 minutos,
depende de lo que se quiera disfrutar del paisaje, nosotros disfrutamos
bastante.
Una vez arriba, la
foto de rigor, entramos
al restaurante, tomamos algo caliente y decidimos seguir hacia delante,
vamos un poco justos de tiempo, ya que queremos comer en casa, se habla de ir
hasta el Montcau, pero
se desiste en el intento porque no hay tiempo suficiente, así que decidimos
bajar hasta la Cova del Drac y volvernos.
Comenzamos
el camino de bajada hasta la Cova del Drac, ya en plena cara norte, lo cual
notamos por el aumento radical de nieve en el camino por el cual transitamos, es
un camino más entretenido que el que hemos traído hasta ahora, sobre todo para
los amantes de la nieve. Tenemos que poner especial atención en el mucho hielo
que vamos encontrando a lo largo de la bajada, hay
sitios un tanto peligrosos en los que un resbalón nos puede dar un pequeño
susto. Las
estalactitas también amenizan el paisaje de bajada.
Tras unos 45 minutos de
bajada, llegamos por fin a la Cova del Drac, adornando la pared sobre la cueva, una
cascada de hielo preciosa. Subimos con cuidado de no resbalar por una de sus
paredes, una vez dentro, un complejo de hombre
araña invadía nuestro cuerpo, y claro, tuvimos
que hacerlo, On the Rocks y yo mismo, trepamos por las estrechas paredes y
así posar para la foto de rigor.
Tras esto, retomamos el
camino de vuelta a la Mola,
a la cual volvemos a llegar tras 1 hora de subida, descansamos un rato en la
cima, contemplamos a
nuestro alrededor y bajamos ligeros hacia los coches. El camino estaba muy
pisado, lo cual había producido que se formaran finas capas de hielo, cosa que
hizo que algún componente del grupo resbalara y cayera sin ninguna consecuencia
grave, lo cual provocó alguna que otra sana risa al respecto.
Y sin más
historia que la que aquí he contado, llegamos a los coches y volvemos a comer a
casita.
Es una excursión sin ningún tipo de problema, el camino es muy
bonito, la altitud es poco importante, y no hace falta levantarse nada temprano,
excursión ideal para Domingueros.
by Maligno